Si bien solemos considerar al agua como un elemento único, con propiedades exclusivas; no todas las aguas son iguales. Existen, por lo tanto, diferentes clasificaciones de este preciado líquido. La razón que explica las distintas variedades de agua, tiene que ver con la ubicación de la misma sobre la superficie terrestre, también con su origen y propiedades. La mayoría de las aguas no permanecen en un solo lugar, sino que  se trasladan de un sitio a otro. Esto permite que las mismas adquieran las sustancias propias del lugar dónde se encuentran.

Entonces, una forma de clasificar el agua es según la composición de la misma. Es decir, las sales que posee y cuál es su proporción. Aquí podemos establecer dos grupos bastantes generales. Por un lado, tenemos el agua salada, cuya proporción salina es de 3,5%. Esta es el agua de los mares. Resulta interesante conocer que no poseen un solo tipo de sal, sino que diferentes composiciones químicas salinas se encuentran en estas aguas. Tenemos, en el  otro extremo, al agua dulce. Aunque posee cierta proporción de sales disueltas, la cantidad es mínima y prácticamente imperceptible al paladar. Esta agua forma los lagos, ríos, lagunas, estanques, etc.

En cuanto a la clasificación, referente al territorio dónde se encuentra el agua, tenemos las lénticas, freáticas y atmosféricas. Las dos primeras pertenecen a la categoría de aguas lóticas. Las aguas atmosféricas son las que siempre se están desplazando, por lo tanto tienen un elevado porcentaje de oxígeno. Un buen ejemplo de ellas son los ríos. Las lénticas son las que se encuentran en estado de reposo y están en la superficie terrestre. Los lagos y pantanos son aguas lóticas. Las aguas freáticas son aquellas que encontramos en niveles muy bajos del subsuelo terrestre, en dónde sólo existe agua y tierra, y no hay oxígeno.

Debemos considerar estas clasificaciones a la hora de abordar algún tipo de proceso para eltratamiento de agua. Por ejemplo, debemos conocer que el agua potable, que tomamos a diario, proviene principalmente de ríos y lagos, y ha pasado por un proceso de purificación. Nosotros tenemos ese privilegio aún. Pero muchos países están invirtiendo grandes capitales en investigaciones para averiguar cómo pueden convertir el agua salada en agua potable. Pero este proceso no es ni simple ni barato. Deben utilizarse maquinarias de alta tecnología y profesionales capacitados. Además, todavía no puede implementarse este tratamiento en todos los países del mundo porque no poseen los recursos o porque ni siquiera poseen agua salada cerca.